viernes, 25 de noviembre de 2011

Adviento

Comienza el tiempo ya donde la espera
ilusiona, seduce y esperanza;
se sustenta en la fe la adivinanza
de cuándo cesará nuestra quimera.

Se abrirá de este mundo la frontera
y nos vendrá la bienaventuranza,
de la plena y gozosa confianza
en una Gloria eterna y placentera.

Un Niño va a llegar y su venida
va a llenar de consuelo cada vida,
que tendrá que dar gracias por su suerte.

Amemos al Infante con ternura;
el traer ese don, esa ventura,
le va a costar tortura, cruz y muerte.