sábado, 27 de julio de 2013

Transformación

Amo al Señor y en ese amor quisiera,
acabar de ser yo, desdibujarme,
dejar de ser materia, concentrarme
en haz de luz, en sueño, en primavera.

Si volar por lo azul me consintiera,
si su espacio sutil quisiera darme,
mil lágrimas daría por quedarme
para que allí mi alma poseyera.

Y si mi cuerpo gris dejar pudiera,
quizá la recompensa consiguiera
de ser suspiro, beso, luna o rosa.

En la brisa de abril me convirtiera,
y en cada amanecer mi luz pusiera
en una ceremonia primorosa. 

miércoles, 17 de julio de 2013

Prístino


Primero tú, mi Dios, antes que el día,
que la tierra, que el mar, que los colores;
antes que la belleza de las flores;
antes que el cielo azul en lejanía.

Primeramente tú que la armonía
de la brisa que vuela entre rumores;
que el sol que nace en leves resplandores;
que el pájaro que canta su alegría.

Antes que todo, tú, después la luna,
los ángeles, las cumbres, el rocío,
la estrella que se mira en la laguna,

el frío y el calor, la nube, el río,
y el más humilde, yo, con la fortuna
de poder entregarte el amor mío.

viernes, 5 de julio de 2013

Sinceramente


Jesús no se merece mi despego,
mi postura de fría indiferencia;
Jesús quiere apelar a mi conciencia
para que cambie mi desvío en fuego.

Me habré de separar de un mundo ciego
en donde todo es brillo y apariencia,
y humildemente suplicar clemencia
a aquél que me hace ver que existe un luego.

Tiene mucho oropel lo cotidiano,
pero aunque tanto tiente lo mundano
he de llevar mi amor a cuando un día,

el mismo Dios me dijo que me amaba
y prometió que nunca me dejaba,
que en el Cielo esperaba el alma mía.