viernes, 28 de noviembre de 2014

El Niño va a nacer


Sé que pronto vendrá y lo aguardamos
con todo el corazón, con la esperanza
que te otorga la fe, la confianza
de que el Padre dará lo que anhelamos.

Sé que vas a nacer y ya te amamos;
serás, Jesús, la bienaventuranza,
la luz, la salvación y la fianza
de huérfanos, sin ti, que caminamos.

Lo espero para mí y me ilusiona
poder oír su voz si al fin menciona
ese nombre que no se lo merece.

Un Niño que me diga que me quiere,
que esperará que siempre lo venere,
y le pida perdón cuando tropiece.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Tantos santos


Serán Fernandos, Mónicas, Albertos,
Marías, Federicos y Clementes,
Cármenes y Felipes, muchas gentes
que merecieron cielos muy abiertos.

Son santos sin saberlo, pero ciertos.
Algunos infelices indigentes
darán sus manos a otros más pudientes
y escucharán angélicos conciertos.

Han cesado por fin sus sufrimientos,
ya no se oyen sus llantos, sus lamentos;
por siempre con fervor a Dios aclaman.

En los atrios del cielo habían leído
ese letrero breve y conocido:
“Acceso para todos los que aman”.

Santos y santos


Felices trinarán con bellos cantos,
ángeles, querubines, serafines,
y cruzarán sus notas los confines
en alabanza allí de muchos santos.

Muy difícil nombrarlos; serán tantos
que no darán abasto los clarines
para llenar de notas los festines
y borrar de una vez penas y llantos.

Ya todo será allí sosiego y gloria
y disfrutarán juntos la victoria
de la felicidad y del consuelo.

Pasaron por aquí quizá sin nombre
y es normal para el pueblo que le asombre
lo fácil que les fue encontrar el cielo.