“Cada vez que al rezar en mí penséis
y que partáis el pan en mi memoria,
yo mismo bajaré desde la gloria
y en medio de vosotros me tendréis.
Pues si en amor a mí me pretendéis,
más allá de los años y la historia,
la petición será propiciatoria
y por siempre a mi lado viviréis.”
Tu promesa, Señor, guardo en mi mente;
despreciaré lo humano que me tiente
y colmarás por siempre el ansia mía.
Eres pastor, amigo, confidente,
estrella que me alumbra desde oriente,
hostia, pan, vida, luz: Eucaristía.