Mi deseo es volar,
alas al viento,
y convertir en son lo
que se esconde;
es mi ansia escuchar
lo que responde
quien tiene a su
merced mi sentimiento.
Soy feliz y me llena
de contento
esa fe que a mi ruego
corresponde,
aunque a veces no sé
mirar a dónde
cuando de algún
desvío me arrepiento.
Y contemplo el nacer
de la mañana,
y veo cómo el día se
desgrana
bajo ese sol que
alumbra el mundo entero.
Y espero la llegada
de la tarde
para que tanta luz no
me acobarde
y pueda cabalgar
algún lucero.