No sufras más, María, cesa el llanto;
transforma tus gemidos en canciones,
sosiégate de tantas emociones,
olvida tu dolor y tu quebranto.
Sonríe por la vida, piensa en cuánto
te van a bendecir los corazones
que comprenden tu pena, tus razones
de soportar tan triste este entretanto.
Ya verás el camino azul del cielo;
seguro que consigues el anhelo
de abrazar otra vez al Enviado.
Espera la señal desde el arcano:
será Jesús que te dará su mano
para ascender con Él siempre a su lado.