viernes, 28 de marzo de 2014

Qué más


Cada día más cerca del Calvario,
más cansado de andar, más dolorido;
más sufrir las torturas, más herido;
más duro el recorrer tu itinerario.

El vulgo que te acusa, más falsario;
entre tus seguidores, más olvido;
el eco del profeta, más cumplido;
más sombrío y cruel el escenario.

Al pensar en tus penas veo ahora
el árbol de la cruz, como una aurora
que ha de borrar del mundo la amargura.

Y lloro porque estás abandonado
y al ver que al que te daña has perdonado,
llenas de luz, Señor, mi noche oscura.

viernes, 21 de marzo de 2014

Tiempo de reflexión


Mi querido Señor, sombras y luces
en estos largos días cuando pienso,
muy afligido, en tu sufrir intenso,
sólo por mí, cargando con tus cruces.

Con tu penar, Señor, tú me conduces
a descubrir aquí tu amor inmenso
cuando te muestras triste e indefenso,
y con ello por siempre me seduces.

Y es que un Dios que consiente su pasión
para darnos así la salvación
es, para cualquier hombre, inconcebible.

Por eso en estas horas te acompaño,
con este recordar de cada año,
para lograr contigo lo imposible.

viernes, 14 de marzo de 2014

Desasosiego


Mira a Jesús temblando, dolorido;
no hace más que rezar, mira hacia el cielo,
sabe que aquí habrá llanto y habrá duelo
cuando una cruz lo llame y se haya ido.

Y vuelve a su quehacer; aún afligido,
predicar, consolar, ese es su anhelo;
olvida su dolor, puede el desvelo
por los que creen en él y lo han seguido.

Pronto todo vendrá pero entretanto,
habla Jesús a los que quiere tanto,
no piensa en lo fatal que se avecina.

Y conforta, sugiere y asesora
y aprovecha del tiempo cada hora,
mientras la luz del Padre lo ilumina.

viernes, 7 de marzo de 2014

Disposición


¿Ayuno, me arrepiento, rezo, lloro?;
¿ayudo a los demás?, ¿hablo al hermano?;
¿sonrío a todos?, ¿tomo de la mano
a aquel que sin querer, quizá, deploro?

¿Atiendo como puedo y con decoro
la triste soledad de algún anciano
y me muestro agradable y campechano
predicando a Jesús como un tesoro?

¿Medito en el dolor y el sufrimiento
de un Cristo con su cruz con el intento
de sufrir junto a él su cruel andanza?

¿Sacrifico un pedazo de mi vida
curando con amor alguna herida
para lograr, Señor, una esperanza?