El Padre con su dedo ha señalado
a un hermano de tierras muy lejanas;
y a un Francisco Primero nos ha dado.
Un Papa del más pobre enamorado,
al que se ve con ánimo, con ganas.
Vamos a orar al son de mil campanas
para que sea fructífero el papado.
El pueblo de cristianos lo saluda
y le ofrece el apoyo, con su ayuda,
para que lo que piensa lo consiga.
Pido al Señor que el clero lo sostenga,
que nada en su camino lo detenga
y que cada conciencia sea su amiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario