martes, 30 de marzo de 2010

Cruz

Pasa el tiempo, Señor, tan despiadado,
que te acerca aún más al sufrimiento.
Yo pretendo decirte cómo siento
el verte desvalido y sentenciado.

Muy pronto vas a estar crucificado.
Te quiero acompañar con mi lamento
y pienso en tu dolor, pujante y lento,
y al hacerlo me encuentro desolado.

El precio de mi alma, caro ha sido;
un Señor azotado y dolorido
que acabará muriendo en una cruz.

Medito cuánto tienes que quererme,
para con tu martirio concederme
el cambiar mi tiniebla por tu luz.

3 comentarios:

  1. Apetece un poema muy de Semana Santa. A ver con qué nos sorprendes.
    Hoy es el día de Semana Santa más importante en Inglaterra.
    Besitos

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  2. Joaquin Feernández González5 de abril de 2010, 1:29

    Este es un poema de Semana Santa. Que el Señor me ilumine y que me adhiera a Él como hiedra que reverdece a cada instante y que se encuentra a gusto y que sonríe.

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  3. abuelo publica más poesías!!!

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