Pasa el tiempo, Señor, tan despiadado,
que te acerca aún más al sufrimiento.
Yo pretendo decirte cómo siento
el verte desvalido y sentenciado.
Muy pronto vas a estar crucificado.
Te quiero acompañar con mi lamento
y pienso en tu dolor, pujante y lento,
y al hacerlo me encuentro desolado.
El precio de mi alma, caro ha sido;
un Señor azotado y dolorido
que acabará muriendo en una cruz.
Medito cuánto tienes que quererme,
para con tu martirio concederme
el cambiar mi tiniebla por tu luz.
martes, 30 de marzo de 2010
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Apetece un poema muy de Semana Santa. A ver con qué nos sorprendes.
ResponderEliminarHoy es el día de Semana Santa más importante en Inglaterra.
Besitos
Este es un poema de Semana Santa. Que el Señor me ilumine y que me adhiera a Él como hiedra que reverdece a cada instante y que se encuentra a gusto y que sonríe.
ResponderEliminarabuelo publica más poesías!!!
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