viernes, 18 de abril de 2014

Resurrección


Lloró tanto mi pena por no verte,
sufrí tanto sumido en mi desgana,
busqué tanto el lugar de tu fontana
para al manar tú en ella yo beberte...

Cuando se abran las puertas de la muerte
y surja de lo oscuro la mañana,
veré entrar tanta luz por mi ventana
que sentiré el sosiego de tenerte.

Pensar que fue por mí crucificarte
con un INRI burlón como estandarte
en el mismo cadalso que un ladrón...

Qué podía hacer yo, triste y cansado...
Esperar verte al fin resucitado
mientras tenía roto el corazón.

viernes, 11 de abril de 2014

Tras el hijo


Qué despacio las horas que me sumen en llanto;
qué dolor tras un hijo camino del Calvario;
cómo pesa el sendero, el cruel itinerario,
que hace tan largo y triste este duro entretanto.

Y yo tras el cortejo llevando mi quebranto,
este sufrir que duele, tenaz y solitario,
este tormento hondo por un juicio arbitrario
que culpa a un inocente para que sufra tanto.

Mirad cómo traspasan los puñales mi pecho,
cómo sangra de pena mi corazón maltrecho
y cómo me domina la aflicción que me acosa.

“Seré tu esclava” dije y yo no me arrepiento,
pero como soy madre, dejad que el sentimiento
me cambie de doncella a Virgen Dolorosa.

viernes, 4 de abril de 2014

Juan 21, 15-19

Pedro, sin darse cuenta del pecado,
consintió hasta tres veces en negarte;
el miedo lo tentó para olvidarte
después de tanto estar, fiel, a tu lado.

Un gallo le cantó; desesperado,
lo traspasó el dolor de parte a parte;
su martirio ofreció por recobrarte
y lloró arrepentido y humillado.

Yo también te olvidé; vivo mi pena.
Tanto remordimiento me condena;
¿será otra vez Jesús mi compañero?

Lo que Pedro sufrió, ésa es mi espera,
caminar tras de ti mi vida entera
a ver si me preguntas si te quiero.