sábado, 31 de marzo de 2012

Domingo de Ramos

Ramas de olivo, palmas, alegrías,
muchedumbre que grita su contento,
sonrisas de alborozo, sentimiento,
cantos a la llegada del Mesías.

Todo son parabienes y armonías
mientras Jesús, a lomos de un jumento,
recibe los clamores del momento
sin querer vislumbrar horas sombrías.

Una entrada feliz, la bienvenida
no parece agorar lo que en su vida,
sin que pueda evitarse, ha de ocurrir.

Algo mitigará nuestro pesar:
veremos a Jesús resucitar
pero antes, para ello, ha de morir.

lunes, 26 de marzo de 2012

Ruego

Jesús te pide, Padre, con fervor,
si quisieras salvarlo de la muerte;
luego en su angustia quiere obedecerte
y acepta el sacrificio con amor.

Soporta las congojas y el dolor
y a la consumación va reverente.
De nuestra salvación será consciente
y lo hará por sentirse redentor.

¡Ay, Jesús, fue tan triste tu condena!
Queremos que tú sepas que la pena
hace que aún lloremos tus pesares.

Nada importan los años; todavía
nuestras lágrimas borran la alegría
de que en la cruz a todos nos salvares.

sábado, 17 de marzo de 2012

Obras son amores

Algo he de realizar, pues me lo dice
aquél que decidiera mi nacer
y tiene que juzgar mi proceder.
A quien mi corazón tanto bendice.

Pero si pienso en todo lo que hice,
ya tendré que afanarme en mi quehacer.
Por no haberte sabido obedecer,
¿consentirás que mi alma cicatrice?

Debo alentar mi afán; es lo que quiero,
y he de buscar las luces del sendero
que hiciste tú para que caminase.

Y es que hay tanto infeliz que espera y llora
ese auxilio que tanto se demora…
Tendría que ser yo quien le ayudase.

sábado, 10 de marzo de 2012

Análisis

Tú conoces, Señor, los interiores
del hombre que camina por la vida;
si alguno te produce alguna herida,
pueden más que condenas tus amores.

Lástima que se extiendan los dolores,
que la conciencia tanto se divida
y se dé la ventura por perdida,
que se vuelvan malicias los candores.

Pero todo, Señor, si cavilamos,
si pensando en tu ofrenda nos amamos,
tú nos darás la gracia y el consuelo.

Y es que tendremos mucho que rezar
y alguna penitencia que aceptar,
al ver que con tu cruz nos das el cielo.

sábado, 3 de marzo de 2012

Cada Cuaresma

Tiempo de analizar, de arrepentirnos
de las faltas, olvidos y pecados,
de asumir que no estamos entregados,
hora de examinarnos y abatirnos.

Es el justo momento de afligirnos
al sentirnos ausentes, despegados,
sometidos al siglo y agobiados
y de intentar un cambio y decidirnos.

Yo, Señor, cuando pienso en lo que esperas
y figuro el dolor en tus ojeras
y en tu cara el pesar y el sufrimiento,

quiero ir hacia ti y estar contigo;
deseo acompañarte, ser tu amigo
y llorar y mostrar mi sentimiento.