martes, 3 de junio de 2014

A lo lejos

Nuestros largos paseos,
en los atardeceres,
por las playas doradas
de los julios calientes.

¿Te acuerdas, vida mía?

Cuando tenues penumbras
lentamente avanzaban,
eran nuestros deseos
que ocurriera el ocaso.

¿Recuerdas el momento?

El instante sagrado
de la noche que llega,
nuestras manos unidas,
una pausa, un suspiro,
una sonrisa,
un beso.

¿Es posible más dicha?

Un rayo de la luna
que encadena tu pelo,
los surcos de la arena
que nuestros cuerpos hallan,
un infinito cielo en estrellas fecundo.

¿Podríamos olvidarlo?

Arriba los luceros,
abajo el ancho mundo.

2 comentarios:

  1. Precioso poema. Me ha encantado. Seguiré leyendo.

    Un saludo

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  2. Gracias.

    ¿Poema para olvidar? ¿Poema para recordar? ¿Poema para llorar? Ni yo mismo lo sé.

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