sábado, 21 de agosto de 2010

Teoría

Que flexible tu cuerpo
se acomode en mi pecho,
que tu frágil cintura
se ciña con mis brazos,
que tus caricias tibias
entrelacen mis sueños,
que tus besos ardientes
se enreden en mi alma,
que tus rubios cabellos
descansen en mis ojos,
que tus lágrimas frescas
enfríen mis rubores,
que tu voz armoniosa
consuele mis pesares,
que tu dulce mirada
cale en mis sentimientos,

si consigo encontrarte.

Que sea un campo verde,
que tenga una ladera
a la luz que amanece,
que los pájaros jueguen
sobre la hierba fresca
en las blancas mañanas,
que me dejen allí
reposar para siempre,
pues prefiero la muerte,

si no he logrado hallarla.


De "Diez Poemas de Amor"

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