La tarde que se escapaba;
la Virgen que sonreía;
era por fin hoy el día
en que a su Niño esperaba;
y cómo le preparaba
su camisa y su pañal,
eran tan blancos, igual
que el aderezo de escarcha
que cuando la nieve marcha
queda preso en el cristal.
De "Reportero en Belén de Judea"
jueves, 23 de diciembre de 2010
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