sábado, 15 de diciembre de 2012

El camino


No sufras tanto, María,
que ya pronto llegará
el día en que nacerá
lo que el mundo presentía.
Nos vas a dar la alegría
de un Rey que será tu Niño;
no querrá capa de armiño,
ni cetro, ni cortesanos;
nos llamará sus hermanos
y nos dará su cariño.

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