domingo, 30 de diciembre de 2012

Sorpresa


Los pastores no creían
lo que acababan de ver:
un niño pobre al nacer,
y eso no lo comprendían.
¡Un Hijo de Dios!, decían,
tan modesto, tan normal
y a la vez angelical;
sin encajes, sin armiño,
tan igual a cualquier niño,
siendo un Niño sin igual…

No hay comentarios:

Publicar un comentario