Me figuro a los ángeles alados,
con cantos de aleluyas en el cielo;
resucitó Jesús; se acabó el duelo;
volvemos a vivir ilusionados.
Que resuenen por montes y collados
voces de gratitud y de consuelo;
el hombre ve colmado ya su anhelo;
todos, Señor, podremos ser salvados.
Retornen las canciones, que las penas,
se nos vuelvan sonrisas, las condenas,
roguemos porque sean perdonadas.
Hay un Cristo por siempre a nuestro lado,
es lo mejor que el Padre nos ha dado,
gracias, de corazón, le sean dadas.
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