sábado, 11 de junio de 2011

Los discípulos

Mirad cómo resuena, qué ruido;
bajo sus pies el suelo que temblaba
y un resplandor de luces que llegaba.
¿Es algo de los cielos que ha venido?

Como en tiempos se había prometido,
una lengua de fuego les bajaba.
Cada cual, al notarlo, así pensaba:
Lo que el mundo esperaba se ha cumplido.

Del Espíritu Santo se llenaron
y en lenguas diferentes se expresaron;
todo el pueblo entendió lo que han hablado.

Mucha gente de todas las naciones
oyeron entre rezos y canciones:
¡Ha sido ya Jesús glorificado!

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