Se aprovecha del todo cada instante,
agosto se nos va, se han terminado
los clásicos proyectos, se ha acabado
ese calor fogoso y abrasante.
Tenemos lo ignorado por delante.
¿Será un tiempo peor que el que ha pasado?
¿Será mejor? ¿Se habrá ya terminado
esa crisis cruel y delirante?
Recemos al Señor por que ilumine
al estadista aquél que se define
como colocador de los parados.
Y si no ocurre así, ¿por qué oraremos?
Si seguimos igual, ¿Qué es lo que haremos?
Pedir: ¡Que Dios nos coja confesados¡
sábado, 27 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario