viernes, 8 de marzo de 2013

Oración del cristiano de hoy


Me han pedido rezar y es el momento
de olvidar lo que mucho necesito
y de enviar mi voz al infinito
para que el Señor oiga lo que siento.

No es mi oración ni un llanto ni un lamento,
no es un gemir ni de dolor un grito;
es un silente ruego al Dios bendito
de que ayude a la Iglesia con su aliento.

Pienso que ahora se vive un serio instante;
me tendré que mostrar siempre constante
y en el cielo anidar mi confianza.

Es tu Iglesia, Señor, también la mía;
mantenla con tu amor en armonía.
En ello nunca pierdo la esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario