jueves, 15 de agosto de 2013

Asunción



María sin Jesús, qué desconsuelo
va minando su triste corazón;
es la hora, le dice la razón,
para dejar la tierra e ir al Cielo.

No cesa de llorar en su desvelo
presa de sentimiento y desazón;
no puede soportar la sinrazón
de tanta espera para alzar su vuelo.

Al contemplar lo azul del firmamento
desea que por fin llegue el momento
de volver a anudar el fuerte lazo.

Y nos dejó tan sólo su memoria
para, al llegar al centro de la Gloria,
poder dar a su Hijo un fuerte abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario