En este sin vivir de caminante,
deseo que esté cerca el Dueño mío;
si no lo veo piensa mi albedrío
si se oculta de mí, si está distante.
Y le pide mi amor que se adelante
para seguir sus huellas sin desvío,
sin dudar, sin cansarme, con tal brío,
que siempre pueda ser su acompañante.
Deseo que señale mi sendero
y saber que será mi compañero
hasta el dulce final de mi destino.
En este singular peregrinaje
no llevo ni alimento ni equipaje;
Él me ofrece su Pan para el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario