sábado, 16 de mayo de 2015

Ascensión


El cielo se adivina engalanado;
pasaron el dolor y el sufrimiento;
discípulos demuestran su contento;
sube por fin Jesús resucitado.

Perdonó sin medida mi pecado;
serenó los vaivenes de mi aliento;
fue fontana del hombre que, sediento,
se sintió para siempre liberado.

Cómo sube triunfante hacia la gloria;
al vencer a la muerte, su victoria
nos llena de sosiego y de bondad.

Ha renovado el mundo con amores,
era un erial que ha convertido en flores,
y todo por salvar la humanidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario