viernes, 3 de julio de 2015

A mí


Cómo puedo decir: para la huida,
deja que el ansia de vivir no muera,
vuélvete como verde enredadera
que escala sin parar y sin medida.

Abre tu corazón que es donde anida,
como si fuese siempre primavera,
la cuna del amor que es la primera
de las metas soñadas de la vida.

Vuelve la cara a Dios, di que perdone
tu abandono de ayer, que no cuestione
el llorado tamaño de tu culpa.

Comprobarás la forma en que te acoge
sin que de su cariño te despoje;
verás cómo le agrada tu disculpa.


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