sábado, 30 de junio de 2012

Juan 21, 15-19


Pedro, sin darse cuenta del pecado,
consintió hasta tres veces en negarte;
el miedo lo tentó para olvidarte
después de tanto estar, fiel, a tu lado.

Un gallo le cantó; desesperado,
lo traspasó el dolor de parte a parte;
su martirio ofreció por recobrarte
y lloró arrepentido y humillado.

Yo también te olvidé; vivo mi pena.
Tanto remordimiento me condena;
¿será otra vez Jesús mi compañero?

Lo que Pedro sufrió, ésa es mi espera,
caminar tras de ti mi vida entera
a ver si me preguntas si te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario